lunes, octubre 16, 2006

Paseo 55: Antología sumergida de Javier Rodríguez Marcos; Cáceres: Plataforma. La Gaceta del libro en Extremadura, 2005



Javier Rodríguez Marcos es un autor extremeño que ha sido incluido en las principales antologías poéticas de su generación. Ha publicado tres libros de poemas, todos ellos premiados y con un importante eco crítico: Naufragios (1995), Mientras arden (1996) y Frágil (2002). Además tiene trabajos donde mezcla ensayo y viajes y otros en colaboración con diversos autores. Trabaja como redactor y crítico literario para el diario El país.
Antología sumergida es un libro que pertenece al Plan de Fomento de la Lectura de Extremadura y del que su autor resalta en el epílogo:

“Lo mejor de este libro es que cuesta un euro. No encontrarán, pues, ustedes muchos motivos de queja. Por fin valor y precio se igualan” [...] La economía de la poesía siempre es sumergida” (Pág. 59 y 60)

Son poemas compuestos a escondidas “con una mezcla de pudor y orgullo”, se nos dice. Hay un sentido homenaje en el epílogo a la figura de Fernando Pérez, anterior director de la Editora Regional de Extremadura, un hombre que contribuyó de manera clara al desarrollo de la cultura en Extremadura en la última década.

Es éste, pues, un libro sincero, según la propia confesión de Javier Rodríguez Marcos. Unos poemas que al autor se le antojan llenos de contradicciones, de esencialidad, de desnudez, de ironía respecto a la poesía, de irracionalismo cabeza adentro, de narratividad cabeza afuera, y que son parte de una mirada desde una ventana, o mejor dicho, desde tres ventanas:
-Plaza de San Pietro in Montorio, de Roma, Calle de la Pierre Trouée, en Perpiñán, Calle Sors, de Barcelona.
Esa mirada es de incertidumbre, de búsqueda de respuestas o al menos de otras respuestas, de nuevas poéticas porque las palabra hieren, se convierten en instrumento que hace daño,

“Porque cada palabra/ corre el riesgo de ser/ la palabra de más” (Pág. 55 “Otra poética” en Frágil).

Muy esclarecedor al respecto resulta el poema “Extinción”de Frágil, donde las consonantes hieren igual que una cuchilla, donde surge un mundo extraño, distinto, lleno de imágenes simbólicas que no hacen más que señalar el estado anímico del poeta. De ahí que surjan, nacidos del propio proceso creativo, de la esencialidad misma, los versos incluidos en el poema “Otra poética”:

“Evitar/ hacerse sangre en la planta del pie/ con los trozos de las palabras rotas/ al caminar descalzos” (Pág. 55. en Frágil)

La última parte, ya en prosa y perteneciente al Epílogo, aporta distintos temas para escribir, ingredientes imprescindibles para hacerlo según el autor, idea de la felicidad, gustos literarios, son parte de una posible encuesta al que es sometido el autor y que nos desvelan parte de sí mismo. Es la cara B y nos manifiesta algunos de sus gustos. Le gusta escribir en el metro, no suele llevar reloj de pulsera...pequeñas anécdotas que dan un tono humorístico y cordial a la improvisada conversación. A veces escribe desde los trenes, por ejemplo, este epílogo está escribo desde una ventana ferroviaria del TALGO Cáceres-Madrid, 25 de Septiembre de 20005, coche 5, plaza 9ª-ventana-
José Andujar Almansa en el prólogo nos apunta la esencial importancia del tema del viaje en Javier Rodríguez Marcos, “es el nudo metafórico que condensa todo su mundo literario, lo que configura su argumento, una llave con que entrar y salir de los poemas”.Sus textos son ventanas a las que se asoma alguien, ha dicho a veces de sus propios textos el autor, con una mirada melancólica y elegíaca.

“El que no ha conocido el sabor del naufragio /no conoce la vida “ (“Ley “ en Naufragios. Pág. 27)

[...]”Sólo queda esperar/ que pase la borrasca sin herir demasiado./ Callar, dormir, tal vez soñar. Es todo”(Pág. 36.”Luz del Norte” en Mientras arden)

“Estoy hecho de golpes, de agujeros, /de ceniza caliente que llena mis arterias/
y me pinta una estrella en el cielo de la boca/ Soy el dueño de heridas extranjeras/
que sangran todavía bajo las cicatrices, /y lo terrible de dolor ajeno es saberse la causa./
Fui la llaga, el cuchillo”[...] ( Pág.37 “Autorretrato” en Mientras arden )

“(Suenan los pensamientos/ como arrastrar de muebles dentro de la cabeza)/
[...]¿ A dónde van cuando nadie les mira,/ cuando el tiempo es tan sólo las ruinas del tiempo?/ [...]
La escena se repite y es antigua: /un hombre está vacío y mira el mundo” (Pág. 45 “Extraño” en Frágil )

“Escribo pan y muerdo la palabra./ Las consonantes hieren igual que una cuchilla”[...] (Pág. 53. “Extinción” en Frágil )

Antología sumergida, un viaje, una mirada ... Miren estas ventanas, lean estos poemas, viajen con esta mirada. Es bueno asomarse a ciertas ventanas, sin duda.








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